JUGANDO, JUGANDO CON HOGARIN

Esta mañana he estado quitando el polvo a las habitaciones Hogarin. Ardua tarea pues aunque las preservo con plástico de forrar libros, este se acumula en la parte de arriba y en la estantería.

De paso he aprovechado para cambiar muñecos de habitación, quitar accesorios y colocar algunos de los que compré ayer en la feria de miniaturas de las Cotxeres de Sants.

Podría pasarme las horas muertas jugando con Hogarin...

Me gusta que las habitaciones estén llenas de vida y siempre que veo un personaje sin hogar  a buen precio lo acojo para que se sume a esta gran familia.

He hecho algunas fotos no muy buenas con el móvil para que veáis algunas escenas atrapadas en el tiempo.

Mamá Hogarin gusta de desayunar los domingos en la cama. Si analizo la imagen, veo que se parece mucho a mi con sus gafas progresivas, su leche vegetal, un gato blanco y negro igualito a Leia y las leyendas de Bécquer de colección Austral en su mesita.

En la cocina he puesto a esta preciosa Erasmus que adopté en una edición anterior de la feria porque me encantó el vestido de ganchillo con enagua y todo.

La muchacha sigue una dieta sana con su brócoli y salmón a la plancha. El niño dice que hoy es domingo y que el come pizza.

La hija mayor ha ido a tomar café con los abuelos que, como yo, adoptan gatos callejeros. Por cierto, todavía no se han acabado el roscón de Reyes...

Papá y mamá viven un eterno San Valentín en el comedor.

Hace tiempo que llegó esta familia étnica de porcelana que se ha hecho adicta al pollo a l'ast.

Otra pareja de abuelos que sofoca el calor en el jardín con el ventilador que compré ayer.

Paquita está empeñada en dejar el suelo de la cocina como los chorros del oro pero el perro se la mira con recochineo y no para de pisarle las baldosas.

Podría seguir pero no os quiero aburrir, así que termino con Genoveva que siempre tiene a punto un café con dulces.

Estas son las cositas que compré ayer. El cuaderno de dibujo de mi infancia, el rollo de papel del Elefante que usaba mi abuela, el aceite Carbonell  como el de casa,  el cuento de la ratita de Ferrandiz, menaje para el hogar que siempre va bien...

Siempre acabo comprando cosas de plástico porque son las que le pegan al Hogarin pero había miniaturas de cerámica, cristal, mimbre, patchwork.... preciosas pero para otro tipo de casas.

Espero que os haya gustado. Yo voy a ver qué hace mi familia humana.