Poco tiempo duró el anuncio publicado en la Inmobiliaria Hogarin pues el barrio está de moda y la población sigue aumentando año tras año.
Una pareja joven con un bebé fueron los afortunados nuevos inquilinos.
En la Oficina de Empleo Hogarin encontraron a Merche, una chacha sin igual. Será porque de todas las chachas que tengo es la única que lleva cofia.
Eficiente como es, ha surtido la cocina de todo lo imprescindible para que la familia disfrute de su nuevo hogar.
Mamá se está arreglando para recibir a los abuelos paternos que vienen a comer.
Merche ha preparado un asado que huele de maravilla.
Papá lo corta y lo sirve en la magnífica vajilla de porcelana de la boda que mamá guarda para las ocasiones especiales como esta.
Mientras dan buena cuenta de la comida. en la tele emiten un nuevo episodio de El hombre y la Tierra.
A tomar el café han llegado los abuelos maternos que viven un poco más lejos.
Las consuegras son grandes amigas y se han sentado aparte para hablar de sus cosas.
Papá tiene grandes planes para el jardín y ha pensado que los abuelos le podrían echar una mano pero parecer que ellos no están por la labor. Sobornándolos con una cerveza bien fresca ha logrado convencerlos.
El bebé se ha despertado y mientras comentan sus progresos las mujeres de la familia se refrescan con un sabroso helado de chocolate. La verdad es que se está de lujo a esta hora en el jardín.
Cae la noche, las visitas se han marchado y mamá y papá se relajan en la terraza escuchando sus canciones favoritas en el radiocasete. Alquilar este chalet ha sido todo un acierto comentan.
Hasta otro ratito.
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