Pippi Langstrump, esa niña descarada, transgresora y con una fuerza descomunal que hacía todo lo que los demás niños de la época no podíamos hacer, fue uno de mis ídolos infantiles. Por eso cuando, en la para de Maita de la Feria de Reyes vi este vestidito, no me pude resistir.
El conjunto consta de vestido verde, su inolvidable delantal y dos calcetines de diferente color.
El delantal va cruzado por detrás.
A falta de calzado adecuado, la Pippi de Toyse, igual a la de mi infancia que no conservé, le ha prestado sus grandes botas.
Le quedan perfectas.
Aquí vemos a mi Nancylota saliendo de Villa Kunterbunt.
¡Lo que hubiéramos dado por vivir en esa casa!
Soy Pippi Lansgtrump,
Pipilota para los niños soy.
Soy Pippi Lansgtrump,
si señor esa soy yo.
Hasta otro ratito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si dejas tu mensaje sabré que has estado aquí.