El ambiente navideño ya se respira en el barrio. La abuela tiene dolor de lumbago y con su botella de agua caliente se ha sentado al calor del hogar. Mientras escucha el consultorio sentimental, teje un jersey para regalar al abuelo que ha ido a hacer unos recados. Parece que tarda y se le va a enfriar el café protesta.
Lo de los recados era una excusa. Por esta época, el abuelo cada año le regala una Poinsettia pero, como siempre salen juntos de paseo o a comprar, no encontraba la ocasión para sorprenderla.
La planta es preciosa.
La abuela está encantada. Aunque hay Poinsettias de varios colores, el abuelo sabe que este es su preferido porque la Navidad es roja y verde.
Ahora ya puede sentarse a tomar su café acompañado de un delicioso mantecado.
En otro de los pisos del edificio, mamá está teletrabajando cuando papá llega super contento con el lote de Navidad que le han regalado en el trabajo.
¡Este año el jefe se ha estirado porque el lote es de lo más completo: jamón, turrones, dulces, cava, licor y hasta un queso!
Llévalo enseguida a la cocina y que la chacha lo guarde todo dice mamá. Con tantas cosas poco tendremos que comprar.
Dejaremos a unos y otros en la intimidad de sus habitaciones y hasta otro ratito.
Dolors, pero cómo me gustan estas escenas navideñas hogarinescas que has montado. Estoy por pillarme una mantita y sentarme a leer con la abuela.
ResponderEliminarGenial como siempre tu familia.
Feliz adviento! 😘